lunes, 6 de mayo de 2013

Hablemos de familias

Pegué botes de alegría cuando recibí un correo en el que decía que una familia estaba interesada en mí (justo una hora después de recibir el correo como que mi perfil de au pair estaba activo en la web).

¡Mi primera familia!, ¡Estupendo! Corrí al ordenador, ya que los correos los recibo en el móvil (cosa que recomiendo para no tener que estar pendiente del ordenador a cada rato) y vi el perfil de la familia. Chicago, dos gemelas de 2 años y un bebe en camino. Recuerdo super bien esta familia porque fue mi primera familia, pero eso mismo, era la primera, 3 niños pequeños que tenía que cuidar sola a tiempo completo puesto que ellos trabajaban fuera de casa, y las nenas no iban a la escuela. Redacté una carta donde les decía lo maravillosa que era su familia, lo simpáticas que parecían sus hijas, y lo triste que estaba por tener que decirles que no, primero porque por fechas no podía viajar con ellos, y luego porque era la primera familia. Aún que esto último lo omití, claro!

Además, he de decir que cuando empiezas este proceso de elegir familias tienes expectativas muy altas, o por lo menos yo las tenía. Quería una familia de la zona de Nueva York, dos hijos como máximo, y a poder ser de a partir de un año. Sé que mucha gente sueña con la zona de California, para mí no es ningún sueño, reconozco que iría de vacaciones sin dudar, pero siempre preferí el otro extremo, el por qué, no lo sé. Pero, bueno, con el tiempo  te das cuenta de que te tienes que adaptar. No hablo de elegir una familia que no te guste, pero si modificas tus expectativas. Y ya veréis porque digo esto, más adelante.

En fin mando el mail a la primera familia, y antes de que les llegara a la carpeta de mensajes recibidos en Chicago, me llega a mí otro correo. Una nueva familia está interesada en mí!!!!! Uoooouuuuuu! Hoy estoy de suerte. Entro al perfil, reviso… Son estupendos, de New Jersey, un niño de un año, se veía a los tres bastante agradables. El siguiente paso, leer la carta. (Siempre veo las fotos antes de leer la carta, manías). Si, seguían pareciéndome agradables, pero… porque había un pero, por el apellido imaginé que tenían raíces españolas o sud-americanas, además en la carta decía que el marido sabía hablar español. Así que les mandé una e-mail, más simpática que a los anteriores si cabe, porque estos me interesaban. Aunque intenté pasar un poco por alto que supiese español pensando que no sería su lengua habitual, en el correo les pregunté sobre el tema. Primer chasco!!! Me contestaron diciendo que sí, que en casa hablaban español para que el niño aprendiera, que el inglés ya lo aprendería en la calle y en el cole. Así que por más que me doliera, por más que la familia me encantara, tuve que decir que no. Por ahí si que no paso, no me voy al otro lado del mundo para hablar español, no olvidemos que toda esta aventura empezó porque mi meta es MEJORAR EL INGLÉS.

A raíz de estas dos familias, empezaron a entrarme muchísimas familias, sino he visto el perfil de 20 o más familias no he visto ninguno. Pero de esas 20 familias, seguramente 10 sabían español, para deciros que una familia me mandó directamente el mail en español. Así que descartadas, me quedaban la mitad. Esa otra mitad, algunos no podía por fechas, algunos, tenían 5 hijos (y no miento), otros por incompatibilidad… y vaya que los fui descartando uno a uno.

Pero bueno, seguían entrando familias a mi perfil, y un mes después de empezar el proceso de elección llegó una familia que me enamoró, dos niñas super bonitas, y ellos super agradables, así me lo mostraron en su correo. Así que llegó el momento, MI PRIMER SKYPE… Toda la semana nerviosa, preparándome preguntas… Llegó el domingo y habíamos quedado a las 16  hora española. Y a las 15.50 recibo un mail. “Le agradecemos su interés pero hemos elegido a otra au pair”.

No sabía que una persona se pudiese sentir tan mal, es como cuando tienes una subida de adrenalina y de repente puffff todo baja y te quedas chafada. Que disgusto.

A los días me entró otra familia que no me gustaba mucho, pero pensé “vamos a darle una oportunidad”, quedo para hacer skype, y ahí estoy todavía delante de la pantalla esperando a hacerlo. Desaparecieron de la nada. Les mandé correos y nada. No me dolió tanto, pero ¿qué les costaría avisarme de que no están interesados? Señores, ¿dónde queda la educación?

Sin perder comba me entraron dos familias más, una de California, la familia no me entusiasmaba como la de las dos niñas, pero bueno, seguramente no encontraría otra como aquella. Y la segunda familia de Boston.

Ohhhhhhhhhhhh la segunda familia, entro en el perfil, un nene de un año y ellos muy  majos, tanto en la carta como en las fotos. Cada vez que entraba en su perfil más me gustaban, estos siii!

Bueno quedé en día y hora para hacer skype con las dos. Los de Califonia no estuvieron a la hora y yo pensé “¿qué le pasa a esta gente???”. Me mandaron un correo que se les había olvidado pero que en 5 min. empezábamos la entrevista. Y yo “¿qué qué? Para que veáis mi predisposición, les dije que sí, pero que sólo tenía una hora  porque después había quedado con otra familia. Con los de Boston!

En fin, empiezo la entrevista con los californianos, mi primer skype, pero que horror. Mala conexión, se colgaba la señal, les oía a trompicones, medio nos defendimos como pudimos, pero no hubo feeling ninguno. La mujer me llevaba a matraca, mil de preguntas super complicadas, no sé, no me gustaron. Se hizo la hora y les tuve que dejar. Nunca más volví a saber de ellos, y eso que les mandé un correo pidiendo perdón por la conexión, pidiendo perdón por no poder seguir con la entrevista… pero estos la educación también se la dejaron guardada en el cajón.

Y llegó la hora… Entrevista con la familia de Boston. La conexión fue mala igual, pero la cosa cambió de la noche al día. Recibo la llamada y me veo: al marido sentado en el ordenador, a la derecha la mujer con el nene (una maravilla por cierto), y a la izquierda la actual au pair con el perro, una estampa de lo más bonita, y escucho ¡HOLAAAA!. La conexión fue mala, pero las risas y la entrevista fueron geniales. Yo les oía mal, por lo que ellos escribían y yo hablaba. Si que oía pero entre cortado, entonces cuando entendía algo de lo que decían les contestaba sin que me escribieran. Fue raro, pero de verdad que me encantaron.

Terminamos la entrevista y les mando un correo pidiendo perdón por la conexión y pidiendo que me dieran la oportunidad de hablar con ellos otro día. Que arreglaría lo de la conexión, que me habían gustado mucho.

Su respuesta fue que sí. Que yo también les había gustado. Así que una semanas después y varios correos por medio, quedamos para la segunda entrevista…

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