¡Mi primera familia!, ¡Estupendo! Corrí al ordenador, ya que
los correos los recibo en el móvil (cosa que recomiendo para no tener que estar
pendiente del ordenador a cada rato) y vi el perfil de la familia. Chicago, dos
gemelas de 2 años y un bebe en camino. Recuerdo super bien esta familia porque
fue mi primera familia, pero eso mismo, era la primera, 3 niños pequeños que
tenía que cuidar sola a tiempo completo puesto que ellos trabajaban fuera de
casa, y las nenas no iban a la escuela. Redacté una carta donde les decía lo
maravillosa que era su familia, lo simpáticas que parecían sus hijas, y lo
triste que estaba por tener que decirles que no, primero porque por fechas no
podía viajar con ellos, y luego porque era la primera familia. Aún que esto último
lo omití, claro!
Además, he de decir que cuando empiezas este proceso de
elegir familias tienes expectativas muy altas, o por lo menos yo las tenía.
Quería una familia de la zona de Nueva York, dos hijos como máximo, y a poder
ser de a partir de un año. Sé que mucha gente sueña con la zona de California,
para mí no es ningún sueño, reconozco que iría de vacaciones sin dudar, pero
siempre preferí el otro extremo, el por qué, no lo sé. Pero, bueno, con el
tiempo te das cuenta de que te tienes
que adaptar. No hablo de elegir una familia que no te guste, pero si modificas
tus expectativas. Y ya veréis porque digo esto, más adelante.
En fin mando el mail a la primera familia, y antes de que
les llegara a la carpeta de mensajes recibidos en Chicago, me llega a mí otro
correo. Una nueva familia está interesada en mí!!!!! Uoooouuuuuu! Hoy estoy de
suerte. Entro al perfil, reviso… Son estupendos, de New Jersey, un niño de
un año, se veía a los tres bastante agradables. El siguiente paso, leer la
carta. (Siempre veo las fotos antes de leer la carta, manías). Si, seguían pareciéndome
agradables, pero… porque había un pero, por el apellido imaginé que tenían raíces
españolas o sud-americanas, además en la carta decía que el marido sabía hablar
español. Así que les mandé una e-mail, más simpática que a los anteriores si
cabe, porque estos me interesaban. Aunque intenté pasar un poco por alto que
supiese español pensando que no sería su lengua habitual, en el correo les
pregunté sobre el tema. Primer chasco!!! Me contestaron diciendo que sí, que en
casa hablaban español para que el niño aprendiera, que el inglés ya lo aprendería
en la calle y en el cole. Así que por más que me doliera, por más que la
familia me encantara, tuve que decir que no. Por ahí si que no paso, no me voy
al otro lado del mundo para hablar español, no olvidemos que toda esta aventura
empezó porque mi meta es MEJORAR EL INGLÉS.
A raíz de estas dos familias, empezaron a entrarme muchísimas
familias, sino he visto el perfil de 20 o más familias no he visto ninguno.
Pero de esas 20 familias, seguramente 10 sabían español, para deciros que una
familia me mandó directamente el mail en español. Así que descartadas, me
quedaban la mitad. Esa otra mitad, algunos no podía por fechas, algunos, tenían
5 hijos (y no miento), otros por incompatibilidad… y vaya que los fui
descartando uno a uno.
Pero bueno, seguían entrando familias a mi perfil, y un mes
después de empezar el proceso de elección llegó una familia que me enamoró, dos
niñas super bonitas, y ellos super agradables, así me lo mostraron en su
correo. Así que llegó el momento, MI PRIMER SKYPE… Toda la semana nerviosa, preparándome
preguntas… Llegó el domingo y habíamos quedado a las 16 hora española. Y a las 15.50 recibo un mail. “Le
agradecemos su interés pero hemos elegido a otra au pair”.
No sabía que una persona se pudiese sentir tan mal, es como
cuando tienes una subida de adrenalina y de repente puffff todo baja y te
quedas chafada. Que disgusto.
A los días me entró otra familia que no me gustaba mucho,
pero pensé “vamos a darle una oportunidad”, quedo para hacer skype, y ahí estoy
todavía delante de la pantalla esperando a hacerlo. Desaparecieron de la nada.
Les mandé correos y nada. No me dolió tanto, pero ¿qué les costaría avisarme de
que no están interesados? Señores, ¿dónde queda la educación?
Sin perder comba me entraron dos familias más, una de California,
la familia no me entusiasmaba como la de las dos niñas, pero bueno, seguramente
no encontraría otra como aquella. Y la segunda familia de Boston.
Ohhhhhhhhhhhh la segunda familia, entro en el perfil, un
nene de un año y ellos muy majos, tanto
en la carta como en las fotos. Cada vez que entraba en su perfil más me
gustaban, estos siii!
Bueno quedé en día y hora para hacer skype con las dos. Los
de Califonia no estuvieron a la hora y yo pensé “¿qué le pasa a esta gente???”.
Me mandaron un correo que se les había olvidado pero que en 5 min. empezábamos la
entrevista. Y yo “¿qué qué? Para que veáis mi predisposición, les dije que sí,
pero que sólo tenía una hora porque
después había quedado con otra familia. Con los de Boston!
En fin, empiezo la entrevista con los californianos, mi
primer skype, pero que horror. Mala conexión, se colgaba la señal, les oía a trompicones,
medio nos defendimos como pudimos, pero no hubo feeling ninguno. La mujer me
llevaba a matraca, mil de preguntas super complicadas, no sé, no me gustaron.
Se hizo la hora y les tuve que dejar. Nunca más volví a saber de ellos, y eso
que les mandé un correo pidiendo perdón por la conexión, pidiendo perdón por no
poder seguir con la entrevista… pero estos la educación también se la dejaron
guardada en el cajón.
Y llegó la hora… Entrevista con la familia de Boston. La
conexión fue mala igual, pero la cosa cambió de la noche al día. Recibo la
llamada y me veo: al marido sentado en el ordenador, a la derecha la mujer con
el nene (una maravilla por cierto), y a la izquierda la actual au pair con el
perro, una estampa de lo más bonita, y escucho ¡HOLAAAA!. La conexión fue mala, pero las risas y la entrevista fueron geniales. Yo
les oía mal, por lo que ellos escribían y yo hablaba. Si que oía pero entre
cortado, entonces cuando entendía algo de lo que decían les contestaba sin que
me escribieran. Fue raro, pero de verdad que me encantaron.
Terminamos la entrevista y les mando un correo pidiendo perdón
por la conexión y pidiendo que me dieran la oportunidad de hablar con ellos
otro día. Que arreglaría lo de la conexión, que me habían gustado mucho.
Su respuesta fue que sí. Que yo también les había gustado. Así
que una semanas después y varios correos por medio, quedamos para la segunda
entrevista…
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